Durante los pasados días 22 y 23 de septiembre, en la Residencia Santo Tomás de Ávila, las 70 personas inscritas en el denominado Grupo Motor participamos en el desarrollo del Momento II del Proceso de Reflexión Estratégica y Organizativa tutelado por la consultora Hobest.

La actividad del sábado se inició con la lectura de los LOGROS y NO LOGROS de nuestra organización trabajados en el Momento I. Pero, si aquellos miran al pasado, las actividades propuestas por Maite Darceles en este Momento II se dirigieron hacia el futuro. Comenzamos por definir la razón de ser de BdC, su objetivo y sentido final, sus características irrenunciables o el cómo queremos que sea y cómo no queremos que sea.

Y, seguidamente, abordamos el objetivo de concretar, de pasar del pensar al hacer, de la filosofía a la práctica, elaborando un listado de compromisos colectivos, cada uno de los cuales debía ir acompañado de ideas para su realización y una valoración de su importancia e inmediatez.

Trabajamos, inicialmente, en grupos de 8, después, de 16, y, finalmente, pusimos en común las aportaciones en el pleno. El resultado fue, como en los anteriores encuentros, la constatación de que, sumando inteligencias en torno a un tema, nacen ideas, estrategias y matizaciones de gran interés.

El plan de trabajo para la mañana del domingo consistió en plasmar en imágenes el tránsito desde la realidad que ahora tenemos a la que deseamos.

Fue el momento de la creatividad, la imaginación, la simbología experimental, los detalles, el color, la emoción, las coincidencias, las risas, la empatía y la magia.

Algún componente especial debió tener esta propuesta capaz de generar un torrente de optimismo y fortaleza colectiva tan grande.

Enviaremos a todos los socios la síntesis de lo tratado en cuanto esté elaborada. 

¡Ah! Y hubo sorpresa. Algunos asistentes habían preparado, para la noche del sábado, la representación leída de La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca, en versión de nuestra compañera Mercedes Úbeda que ejerció de actriz y directora capaz de contagiar, en un único ensayo previo, la entonación, el ritmo y el espíritu de la obra al resto de actores y actrices. El público se rio mucho. El teatro es amor, había dicho la directora antes de comenzar la sesión. No es necesario añadir más.