El Grupo de Trabajo de Participación y Convivencia (GTPC) insistiendo en la idea de que vivir en común va a significar necesariamente aprender en común, organizó, el pasado 29 de marzo, en el Centro Cívico de Meruelo, una jornada en la que nos reunimos 100 socios aproximadamente para escuchar de nuevo y dialogar con María José Noriega, doctora en Biología, profesora de la Universidad de Cantabria y, además, socia de BdC. El título de la conferencia: “Horizontes cercanos, horizontales lejanos: antiageing vs proageing”, cinematográfico y llamativo, conectó con las muchas leyendas, mitos, publicidad y mentiras relacionadas con la muy lucrativa guerra contra el envejecimiento promovida por poderosas empresas que han encontrado en este segmento de edad un buen nicho de negocio.

La propia conferenciante resume su exposición en las siguientes líneas:

“El envejecimiento es un proceso natural, producto del paso del tiempo, al que todos intentamos llegar en las mejores condiciones posibles. Sin embargo, la sociedad actual intenta ocultar o minimizar los cambios que se producen en nuestro organismo a través de multitud de productos que, supuestamente, nos devuelven la tersura de la juventud.

Hay en el mercado una batería de cremas de “belleza” que, aprovechando nuestro desconocimiento de algunos descubrimientos científicos, y apoyándose en términos que guardan una cierta relación con ellos, se nos vende como si fuese la panacea de recuperación facial. Todos ellos llevan añadido siempre el término “antiaging”; como si el “aging” fuese una enfermedad o algo contra lo que hay que luchar a brazo partido para que no se nos note. Pero en su gran mayoría la incorporación a esos productos de componentes tales como ADN vegetal, o células madre, o colágeno o factores epigenéticos, sólo es una forma de marketing engañoso que nos vende un producto que no puede atravesar la piel; y que por tanto los beneficios que anuncia son un imposible de alcanzar.

También, todo un segundo mercado de suplementos alimenticios, bien con los clásicos de vitaminas y minerales, o bien con los modernos más exóticos, como bayas de Goji o demás, constituyen productos totalmente innecesarios; ya que es más lógico y rentable mantener unos buenos hábitos vitales, y dentro de ellos, una dieta saludable se convierte en la mejor garantía de una buena calidad de vida”.

El posterior chocolate con churros, en los bajos del Ayuntamiento de Meruelo, nos dio a los asistentes la oportunidad de volver a saludarnos, de sentir que somos muchos y estamos juntos, de compartir aprendizajes… y de afirmar, con Sófocles, citado por María José Noriega, que “las mejores sensaciones vitales vienen en edades tardías”.